Pregunte a los expertos
¿Cuáles son las complicaciones y/o efectos de tomar antibióticos para una enfermedad de por vida como la rosácea? ¿Los antibióticos se vuelven ineficaces y/o se desarrolla inmunidad a ellos?
Respuesta del médico
Esta es una pregunta importante que plantea varias cuestiones. En primer lugar, hay que tener en cuenta que cualquier medicamento potencialmente eficaz tiene posibles efectos secundarios. De hecho, ningún medicamento, ya sea con receta o de venta libre, debería utilizarse sin tener en cuenta el potencial de efectos tóxicos. Los antibióticos, incluso si se utilizan durante periodos cortos de tiempo, por no hablar de la terapia de por vida, plantean los problemas de toxicidad y la aparición de resistencia bacteriana a los antibióticos. (La resistencia bacteriana a los antibióticos significa que las bacterias no responden al tratamiento antibiótico.)
También es importante señalar que los antibióticos se utilizan con frecuencia en entornos en los que no aportan ningún beneficio. Un ejemplo de este tipo de uso inadecuado de los antibióticos es para las infecciones virales, como el resfriado común. De hecho, los pacientes tienden a creer que si están enfermos con una «infección», un antibiótico es la solución. Pues bien, no siempre lo es.
En realidad, un uso inadecuado de los antibióticos no hará nada, salvo exponer al paciente a un riesgo innecesario de posibles efectos secundarios. Además, el uso excesivo de un antibiótico puede hacer que las bacterias se vuelvan cada vez más resistentes a los antibióticos. En consecuencia, las bacterias resistentes no responderán al antibiótico en el futuro, cuando esta terapia pueda ser realmente necesaria. Por lo tanto, los antibióticos deben utilizarse con moderación y precaución en todas las situaciones. Si un médico le dice a una persona que es poco probable que un antibiótico sea útil, lo mejor para esa persona es no tomar el antibiótico.
Dicho esto, es evidente que hay situaciones en las que los antibióticos son necesarios para tratar infecciones bacterianas, como las del pulmón (neumonía), la piel o el tracto urinario. En estos casos, el tratamiento debe iniciarse por recomendación de un médico y tomarse durante un periodo de tiempo determinado (raramente más de 7-10 días). Si los antibióticos se utilizan con cuidado, la mayoría de los individuos no desarrollarán bacterias resistentes y la terapia debería ser muy eficaz.
Además, hay situaciones selectas, incluyendo ciertas infecciones graves, en las que la terapia debe administrarse durante periodos de tiempo prolongados. En estos casos, está claro que el riesgo de no tratar la infección supera la posibilidad de desarrollar efectos secundarios y resistencia bacteriana. Sin embargo, en muy pocas situaciones se utiliza la terapia antibiótica durante meses o años.
En el caso de la rosácea, la mayoría de los casos pueden tratarse con antibióticos tópicos (aplicados a la piel), como el metronidazol tópico. Del mismo modo, una forma grave de acné (acné vulgar) requiere ocasionalmente un tratamiento oral con tetraciclina, pero la mayoría de las veces puede controlarse con antibióticos tópicos como el metronidazol, la clindamicina o la eritromicina.
Siempre que sea posible, se prefieren las terapias tópicas a las píldoras, ya que es menos probable que provoquen efectos secundarios o resistencia a los antibióticos. Sin embargo, a veces, la afección no responde (es refractaria) al tratamiento tópico y responde a la forma de pastilla de un antibiótico. En esta situación, el paciente debe decidir, junto con su médico, si los riesgos de la terapia continua son mayores que la gravedad de la enfermedad.
Autor médico: Eric S. Daar, M.D.
Editor médico: Leslie J. Schoenfield, M.D., Ph.D.