¿Cuál debe ser el ‘rol’ del esposo en el matrimonio?

Hay una historia de un hombre que murió y fue al cielo para encontrar dos letreros sobre dos líneas diferentes. Un signo decía: «TODOS AQUELLOS HOMBRES QUE HAYAN SIDO DOMINADOS POR SUS ESPOSAS, PÓNGANSE AQUÍ». Esa línea de hombres parecía extenderse por las nubes hasta el infinito.

El segundo signo decía: «TODOS LOS QUE NUNCA HAN SIDO DOMINADOS POR SUS ESPOSAS, PÓNGANSE DE PIE AQUÍ». Debajo del cartel se encontraba un hombre.

Se acercó al hombre, le agarró del brazo y le dijo: «¿Cuál es el secreto, cómo lo has hecho? En esa otra fila hay millones de hombres y tú eres el único que está parado en esta fila»

El hombre miró a su alrededor con expresión de desconcierto y dijo: «¿Por qué? Mi mujer me acaba de decir que me ponga aquí»

Todos hemos oído bromas sobre «quién lleva los pantalones en la familia». Sin embargo, el liderazgo en el hogar no es cosa de risa. Durante las últimas décadas, nuestra cultura ha redefinido el significado y las responsabilidades de hombres y mujeres en la sociedad y en el hogar. Muchos hombres están confundidos e inseguros. Muchos no saben cómo actuar en el hogar. Al crecer, carecen de un buen modelo de liderazgo en el hogar y no tienen una imagen mental de lo que significa liderar una familia.

Se están volviendo pasivos

Consecuentemente, no lideran efectivamente, o ni siquiera lo intentan. Cada vez más, muchos hombres se vuelven pasivos en el hogar. Han decidido que lo más fácil es no hacer nada. Lo más sencillo -con el menor riesgo- es quedarse en la barrera con ambos pies firmemente plantados en el aire y dejar que la esposa lo haga. Cuando un hombre está casado con una esposa fuerte que se hace cargo, a menudo la deja hacer precisamente eso.

Afortunadamente, hay una respuesta. Las Escrituras nos dan claramente el modelo para ser un hombre, un esposo y un padre. Yo llamo a ese modelo el «siervo/líder».

Espero que los conceptos que comparto le ayuden a entender el papel bíblico de un esposo con más claridad que nunca. Cuando se interpretan y aplican correctamente, estos conceptos no sólo resultan en libertad para el esposo y la esposa, sino que también les ayudarán a trabajar mejor como equipo para combatir el aislamiento y el conflicto en su matrimonio.

Sea un líder.

Las Escrituras proporcionan una clara estructura organizativa para un matrimonio. Por ejemplo:

Pero quiero que entendáis que Cristo es la cabeza de todo hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo. -1 Corintios 11:3

Esposas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como al Señor. Porque el marido es la cabeza de la mujer, como también Cristo es la cabeza de la iglesia, siendo Él mismo el Salvador del cuerpo. Pero como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las esposas deben estarlo a sus maridos en todo. -Efesios 5:22-24

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado mediante el lavado del agua con la palabra, a fin de presentarse a sí mismo la iglesia en toda su gloria, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino para que sea santa e irreprochable. Así también los maridos deben amar a sus propias esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su propia mujer se ama a sí mismo; porque nadie ha odiado jamás su propia carne, sino que la alimenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. -Efesios 5:25-30

«Cabeza» no significa dominio masculino, donde un hombre se enseñorea de una mujer y exige su total obediencia a todos sus deseos y órdenes. Dios nunca consideró a las mujeres como ciudadanos de segunda clase. Su Palabra afirma claramente que todos somos igualmente sus hijos y tenemos el mismo valor y la misma importancia ante Él. Como nos dice Gálatas 3:28, «Ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús» (Gálatas 3:28).

Esposos que no entienden el mensaje

La enseñanza del Nuevo Testamento muestra claramente que las mujeres deben ser respetadas, reverenciadas y tratadas como iguales a los hombres. Lamentablemente, muchos maridos no han captado el mensaje. Degradan a sus esposas por negligencia o con un trato insensible y abusivo. Una de las causas del movimiento feminista puede haber sido que los hombres abandonaron el diseño de Dios. Cuando Dios presentó a Eva a Adán en el Jardín, Adán la recibió como un regalo de gran valor para Dios y para sí mismo. Cuando los maridos, particularmente los maridos cristianos, no tratan a sus esposas como un precioso regalo de Dios y compañera, pueden hacer que esas esposas busquen maneras de encontrar significado y valor como personas, a menudo fuera de la voluntad de Dios.

¿Es usted un líder? Los hombres que son líderes naturales no tienen problemas para responder a la pregunta «sí». Saben hacerse cargo, controlar, guiar y hacer las cosas. Algunos hombres no son fuertes o no son líderes naturales. ¿Cómo pueden liderar en el hogar?

Una posición de responsabilidad

Pablo dice lo mismo a todos. Dios ha colocado al marido en la posición de responsabilidad. No importa qué tipo de personalidad pueda tener un hombre. Su esposa puede resistirse a usted, luchar contra usted y rechazar sus intentos de liderar, pero no hay ninguna diferencia. Creo que nuestras esposas nos quieren y necesitan que las dirijamos. Usted no está exigiendo esta posición; por el contrario, Dios lo puso allí. No la guiarás perfectamente, pero debes cuidar a tu esposa y a tu familia sirviéndoles con perseverancia.

Sin embargo, las escrituras hacen más que asignar el liderazgo en un matrimonio al esposo. Esos mismos pasajes que acaba de leer también proporcionan un modelo para ese liderazgo. El apóstol Pablo dice que el esposo es cabeza de la esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. «Esta comparación del marido con Cristo revela el sentido en que el hombre debe ser la ‘cabeza’ de su mujer». Hendriksen escribe: «Él es la cabeza de ella por estar vitalmente interesado en su bienestar. Es su protector. Su modelo es Cristo, quien, como cabeza de la iglesia, es su Salvador!»

Veamos más de cerca dos responsabilidades que se desprenden del liderazgo apropiado.

Ama a tu esposa incondicionalmente.

En Efesios 5:25 se lee: «Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella.» Su aceptación incondicional de su esposa no se basa en su desempeño, sino en su valor como regalo de Dios para usted. Si quiere amar a su esposa incondicionalmente, asegúrese siempre de que su tanque emocional esté lleno. Una de las mejores maneras de hacerlo es afirmándola constantemente. Hágale saber verbalmente que usted la valora, la respeta y la ama. He descubierto que simplemente no puedo hacer eso lo suficiente.

No hay duda de que las palabras comunican amor, pero también lo hacen las acciones. Hay que hacer ambas cosas. Como escribió el apóstol Juan en una de sus cartas: «no amemos de palabra ni de lengua, sino con hechos y de verdad» (1 Juan 3:18). Uno de los ingredientes que faltan en el liderazgo masculino en los hogares es la acción sacrificada. ¿Cuándo fue la última vez que renunció a algo por su esposa -algo que valoraba genuinamente, como su juego de golf, un viaje de pesca o su pasatiempo? A veces es necesario renunciar a algo que disfruta para que su esposa pueda tener un descanso y ver su amor por ella.

Sirva a su esposa.

Según el Nuevo Testamento, ser cabeza de su esposa no significa ser su amo, sino su siervo. De nuevo, Cristo es nuestro modelo para este tipo de liderazgo. Jesús no sólo habló de servir; lo demostró cuando lavó los pies de sus discípulos (Juan 13:1-17). Cristo, la Cabeza de la Iglesia, asumió la misma naturaleza de siervo cuando fue hecho a semejanza humana (Filipenses 2:7).

Una de las mejores maneras de servir a su esposa es entender sus necesidades y tratar de satisfacerlas. Sabe cuáles son las tres principales necesidades de su esposa en este momento? Si ella es una madre joven, tiene un cierto conjunto de necesidades básicas. Si sus hijos han crecido y se han ido y usted está en el nido vacío, su esposa tiene un conjunto diferente de necesidades que usted debe tratar de satisfacer. ¿Le preocupa algo? ¿Qué le preocupa? ¿Qué tipo de presión siente? Conozca las respuestas a este tipo de preguntas y, a continuación, haga lo que pueda para reducir sus preocupaciones, sus problemas, sus presiones.

¿Qué sabe de las esperanzas y los sueños de su esposa? Apuesto a que tiene muchos: ¿sabe cuáles son? ¿Está cultivando sus dones? Si tiene un don para la decoración, ¿la ayuda a desarrollarlo?

Proveer

Otra forma de servir a su esposa es proveerla. Esta provisión implica, en primer lugar, asumir la responsabilidad de satisfacer las necesidades materiales de la familia. Pablo nos dice en 1 Timoteo 5:8: «Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo»

Proveer para su esposa también significa tomar la iniciativa de ayudar a satisfacer sus necesidades espirituales. Usted hace esto al modelar un carácter piadoso, al orar con ella, al pasar tiempo juntos en la Palabra de Dios y al buscar maneras de animarla espiritualmente.

Ser un líder, un amante y un siervo es acomodar su vida al regalo que Dios le ha dado: su esposa. Entrega tu vida por la de ella y, en el tribunal de Cristo, Él dirá: «Bien hecho, siervo bueno y fiel».

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