Las causas más comunes de los dolores musculares son:
El estrés
El estrés hace que el cuerpo tenga más dificultades para combatir las enfermedades. En las personas que no se encuentran bien y están estresadas, los músculos pueden doler ya que el cuerpo se esfuerza por combatir la inflamación o la infección.
Los síntomas del estrés incluyen:
- Palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco
- Presión arterial alta
- Dolores de cabeza
- Temblores
- Dolores en el pecho
- Sentirse sin aliento o hiperventilar
- No estar acostumbrado al ejercicio
- Probar un nuevo ejercicio
- Ejercitarse con más intensidad o durante más tiempo de lo habitual
- No calentar o estirar adecuadamente
- anemia
- artritis
- síndrome de fatiga crónica
- claudicación
- dermatomiositis
- gripe, conocida como gripe
- fibromialgia
- lupus
- enfermedad de Lyme
- esclerosis múltiple (EM)
- neumonía
- mononucleosis, a menudo llamada mono
Las personas pueden intentar combatir el estrés aprendiendo técnicas de relajación y alejándose de las situaciones estresantes siempre que sea posible.
Déficit nutricional
Una persona puede experimentar dolores musculares porque no está recibiendo la nutrición adecuada de su dieta.
La vitamina D desempeña un papel especialmente importante a la hora de garantizar el correcto funcionamiento de los músculos. La vitamina D ayuda a la absorción del calcio, y una deficiencia puede conducir a la hipocalcemia.
La hipocalcemia es una condición en la que el nivel de calcio en la sangre es bajo, lo que puede afectar a los huesos y órganos, además de los músculos.
Deshidratación
Una persona deshidratada puede experimentar dolores musculares.
Beber suficiente agua es vital para que el cuerpo funcione correctamente, ya que puede empezar a apagarse rápidamente sin los líquidos adecuados. La deshidratación hace que las funciones corporales esenciales, como la respiración y la digestión, se vuelvan más difíciles.
Las personas deben ser conscientes de la cantidad de agua que beben. La cantidad recomendada es de 6 a 8 vasos de agua al día. Si el clima caluroso o el ejercicio hace que una persona sude más de lo habitual, necesitará beber más que esto.
Esguinces y tensiones
Los esguinces, las torceduras y otras lesiones pueden causar dolor y molestias musculares.
Las personas pueden encontrar que una zona concreta del cuerpo se vuelve rígida y dolorida si está lesionada. Los tirones musculares también pueden causar dolor muscular.
Algunos esguinces y distensiones no necesitan tratamiento, pero una persona debe descansar, tomar analgésicos de venta libre (OTC) o utilizar compresas de calor para aliviar los síntomas.
Sin embargo, si la lesión está causando un dolor significativo, restringiendo el movimiento normal, o no mejora con el tiempo, es aconsejable pedir una cita con un médico.
Deficiencias de sueño
La falta de sueño puede tener un impacto severo en el cuerpo.
El sueño permite al cuerpo descansar y recuperarse, y los músculos de una persona pueden doler si no duerme lo suficiente.
La falta de sueño de calidad también puede hacer que las personas se sientan lentas y perezosas. Puede afectar a la capacidad de las personas para pensar con claridad y dificultar la realización de las tareas cotidianas.
Demasiada actividad física
Hacer demasiado ejercicio puede provocar rigidez y dolor muscular.
Los siguientes factores pueden hacer que una persona sea más susceptible de sufrir dolores musculares al hacer ejercicio:
Infecciones, enfermedades y condiciones hereditarias
Muchos problemas médicos diferentes pueden causar dolores musculares. Las condiciones que más comúnmente afectan a los músculos incluyen:
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