No todos los días surgen nuevos países. E incluso si una entidad territorial se declara como país independiente, no siempre es reconocida como tal por el resto del mundo. El país más reciente del mundo reconocido internacionalmente es el país africano de Sudán del Sur, que declaró su independencia el 9 de julio de 2011. En los días siguientes, se convirtió también en el miembro más reciente de las Naciones Unidas.
Entonces, ¿cómo nacen los nuevos países? Aunque no hay reglas oficiales propiamente dichas, hay criterios generalmente aceptados y arraigados en el derecho internacional. La Convención de Montevideo de 1933 definió un Estado como una unidad soberana que podía cumplir cuatro puntos de referencia: tener una población permanente, tener fronteras territoriales definidas, tener un gobierno y tener capacidad para celebrar acuerdos con otros Estados. Además, el concepto de autodeterminación -el proceso por el que un grupo de personas forma su propio estado y elige su propio gobierno- se exploró en documentos y declaraciones de las Naciones Unidas, empezando por su carta de 1945. Sin embargo, incluso cuando los criterios mencionados parecen cumplirse, la independencia reconocida internacionalmente no es una conclusión inevitable. Lo que suele ser un obstáculo es la resistencia del país del que una entidad quiere separarse y la incapacidad de obtener un reconocimiento formal generalizado por parte de los demás países del mundo. (Un ejemplo: véase Kosovo.)
Sudán del Sur era originalmente la parte sur de Sudán, que a su vez se había independizado en 1956 tras ser gobernado por Egipto y Gran Bretaña. La población de Sudán era bastante diversa, con una llamativa diferencia entre las poblaciones de las partes norte y sur de Sudán: el norte estaba dominado por los seguidores del Islam, la mayoría de los cuales hablaban árabe y se identificaban como árabes, mientras que los habitantes del sur solían ser de grupos étnicos africanos, seguidores del cristianismo o de religiones africanas tradicionales, y hablantes de varias lenguas africanas indígenas que llegaron a utilizar el inglés como lengua principal de educación. Las administraciones anteriores y posteriores a la independencia, con sede en el norte, tuvieron problemas para conseguir la aceptación de todos los diversos grupos políticos de Sudán, especialmente los del sur, lo que provocó la marginación de la población de esa zona. A medida que se acercaba la esperada independencia de Sudán, la población del sur, que había recibido muy poca representación en la nueva administración formada en 1954, temía ser dominada aún más por el gobierno del norte. Las crecientes tensiones contribuyeron a una resistencia armada y a dos largas guerras civiles que tuvieron lugar en 1955-72 y 1983-2005. El Acuerdo General de Paz de 2005, apoyado por la comunidad internacional y elaborado para poner fin al largo conflicto entre el norte y el sur, concedió a Sudán del Sur un estatus semiautónomo y dispuso la celebración de un referéndum sobre la independencia en seis años. El referéndum tuvo lugar en enero de 2011, y cerca del 99% de los votantes eligió la secesión, y Sudán del Sur, con el apoyo de la comunidad internacional, declaró la independencia ese mismo año.