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¿Qué características definen un rostro femenino atractivo frente a un rostro masculino atractivo? Hay varios rasgos faciales que realzan la feminidad, uno de ellos es que un rostro femenino se caracteriza por tener forma de corazón o triángulo invertido; esto significa que la parte inferior de la cara es más estrecha que la superior y la mandíbula es afilada. Esto contrasta con la mandíbula cuadrada que caracteriza a un rostro masculino. Algunas mujeres tienen una mandíbula más cuadrada debido a su estructura ósea inherente, pero parte de esta apariencia se debe al agrandamiento de un músculo llamado masetero. El masetero es uno de los músculos de nuestra cara que permite apretar los dientes y masticar los alimentos. Está situado en la parte inferior de la cara, a lo largo de la línea de la mandíbula, y se puede sentir la contracción de este músculo cuando se aprietan los dientes. En las mujeres, este músculo puede agrandarse por apretar y rechinar los dientes por la noche, por masticar chicle en exceso o por influencias hereditarias y/o étnicas; por ejemplo, las mujeres de origen asiático tienden a tener una cara más redonda o cuadrada, en parte debido al agrandamiento del masetero.
Aunque mucha gente sabe que el Botox y otros neuromoduladores se utilizan con frecuencia para tratar las arrugas de la frente, los párpados y el contorno de los ojos, una de las áreas de tratamiento menos conocidas es la del músculo masetero. Al inyectar un neuromodulador, como BOTOX®, Dysport® o Xeomin®, en este músculo, éste es incapaz de contraerse con tanta fuerza al masticar o apretar y se reduce en las semanas siguientes. Incluso aquellos que tienen un masetero más grande debido a la genética también experimentan una reducción del tamaño del masetero. El efecto general es un estrechamiento de la línea de la mandíbula y la creación de un rostro más femenino. Además, para aquellos que aprietan o rechinan los dientes por la noche, experimentarán el beneficio añadido de una disminución de esta actividad y una mejora de la salud bucodental; apretar y rechinar los dientes provoca recesión de las encías y sensibilidad dental. En su próxima cita pregunte si es una buena candidata para mejorar y feminizar la forma de su cara.