La dentición no es divertida ni para los padres ni para el niño. Y justo cuando crees que ha terminado, todavía hay un par de dientes más por salir.
Llamados los «molares de dos años», los segundos molares primarios suelen hacer su aparición justo después del segundo cumpleaños de tu hijo, señalando el inicio de todo el proceso de dentición de nuevo.
Si tu hijo tiene dos años y aún no has visto estos molares, no te preocupes, suelen salir a los 33 meses.
La dentición no es agradable para ningún niño. El diente tiene que atravesar las encías, lo que puede provocar sensibilidad e inflamación de la zona. Esta erupción tarda entre uno y siete días por diente en producirse, lo que significa que no es un problema del tipo «dales Tylenol para niños una vez a la hora de acostarse y estarán mejor». Pero la buena noticia es que una vez que el diente está completamente en la boca, el dolor asociado desaparece.
Saber que su hijo no tendrá dolor en una semana no cambia el hecho de que su hijo está incómodo en este momento.
He visto a muchos padres infelices, incapaces de aplacar a sus bebés, que parecen tener tanto dolor como sus hijos en la dentición. Parte de esto proviene de la preocupación infundada de que la dentición traerá una serie de problemas a sus hijos, como fiebre, problemas respiratorios o diarrea.
Estos otros «síntomas» suelen ser coincidentes, ya que la dentición es una parte natural del desarrollo del niño y da lugar a signos y síntomas localizados, no sistémicos (es decir, que se ven en todo el cuerpo). Además, suponer que la fiebre o algún otro síntoma está relacionado con la dentición puede hacer que los padres pasen por alto cuál es el verdadero problema.
Otro motivo por el que muchos padres se sienten impotentes durante la dentición es que el único recurso que tienen los bebés para expresar el dolor es el llanto.
Buenas noticias, pues, para los padres que se enfrentan a la dentición de dos años: sus hijos son mayores ahora, y es probable que sean capaces de hacerle saber un poco más específicamente lo que está pasando, lo que le permite abordar mejor su dolor.
Una vez que sepa que su hijo está teniendo dolor por la dentición, hay algunas cosas que puede hacer para ayudarle y apoyarle:
Utilice anillos de dentición o sus dedos desinfectados para frotar las encías de su hijo.
La presión de esta acción puede ayudar a calmar la zona. Si utiliza un anillo de dentición, asegúrese de que no esté lleno de líquido. Este tipo de anillos de dentición pueden llegar a reventar, convirtiendo la posible ingestión accidental en un problema.
Haga que su hijo muerda o chupe alimentos fríos, como frutas o verduras.
El frío disminuirá la inflamación en la zona, y la presión de la masticación también podría ayudar. Sin embargo, asegúrate de que los alimentos no estén demasiado fríos. La Clínica Mayo advierte que el contacto con artículos congelados en algunos casos puede ser realmente perjudicial para la boca del bebé.
Los medicamentos de venta libre como el paracetamol (Tylenol) o el ibuprofeno (Motrin) pueden ayudar.
Sólo asegúrate de administrar la dosis adecuada para niños. Si no está seguro de cuál es, póngase en contacto con su pediatra.
Evite utilizar cualquier gel anestésico tópico en la boca de su hijo.
La FDA advierte que la ingestión de estos productos puede causar convulsiones, problemas cardíacos y la muerte en algunos casos. Además, los collares o pulseras de ámbar para la dentición pueden suponer riesgos de asfixia y estrangulamiento, advierte la Academia Americana de Pediatría. La Academia también cita la falta de cualquier ciencia que respalde sus beneficios terapéuticos.
Por último, y lo más importante, preste atención a su hijo.
A veces el simple hecho de distraer a su hijo del dolor es un remedio en sí mismo. De hecho, un estudio demostró que más del 70 por ciento de las madres consideraron que esto era un remedio eficaz para la dentición.
En resumen: habrá lágrimas, habrá dolor, y a veces te sentirás impotente – pero si sigues estos sencillos pasos, puedes encontrar alivio para todos los implicados.