Las pomadas tienen una base oleosa (80% de aceite y 20% de agua) y no contienen conservantes. Son las más absorbentes y proporcionan una barrera oclusiva en la piel que evita la pérdida de humedad, permitiendo el mayor beneficio. Cuanto más grasos, mejor, sobre todo con la piel seca y agrietada. También son buenos para las pieles alérgicas, sensibles y para las que no se absorben fácilmente, como la psoriasis. Para mejorar la eficacia, puedes incluso utilizar una cobertura sobre la zona. Por ejemplo, si tiene los nudillos secos y agrietados, aplique la pomada y póngase guantes.
Las cremas (50% de aceite y 50% de agua) no son grasas y desaparecen al frotarlas. Las cremas, que suelen ser las favoritas de los pacientes, son útiles cuando no es estético o realista utilizar una pomada, como en la cara o bajo la ropa, lo que podría hacer que se estropearan. Sin embargo, se eliminan fácilmente y contienen conservantes y alcohol que pueden quemar la piel alérgica o agrietada.
Las lociones son similares a las cremas, pero son más ligeras y menos espesas. Su absorción es muy rápida. La mayoría de las cremas hidratantes corporales de venta libre son lociones, pero son terribles porque se absorben rápidamente y se evaporan con la misma rapidez. La piel queda tan seca como antes. No forman la barrera emoliente que hace que una pomada sea tan eficaz.
Entonces, ¿qué tratamiento es el adecuado para usted? Depende de la condición de la piel, pero como regla general elija algo en una bañera, no una bomba.
Escrito por: Gina Coons, estudiante de AP, GWU