Jueves, 24 de enero de 2019 (HealthDay News) — El hecho de que un medicamento esté disponible sin receta médica no significa que no tenga efectos secundarios o suponga otros peligros. Un ejemplo son los IBP, un tipo popular de medicamento para la acidez estomacal que puede dañar los riñones, especialmente cuando se toma a largo plazo.
La acidez estomacal es el resultado del ácido estomacal que se devuelve al esófago, el tubo que va de la boca al estómago. La causa suele ser la debilidad del músculo de su base. Si se abre, los ácidos pueden subir, provocando una sensación de ardor en el pecho.
Más de 15 millones de estadounidenses utilizan inhibidores de la bomba de protones, o IBP, para tratar la acidez estomacal, ya sea con receta o sin ella, incluyendo nombres conocidos como Prevacid, Prilosec y Nexium, según investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis.
Aunque estos fármacos alivian los síntomas con rapidez, se han asociado a la enfermedad renal, y cuanto más tiempo se tome, mayor será el riesgo, descubrieron los investigadores. Hicieron un seguimiento de casi 200.000 personas durante cinco años y observaron enfermedad renal crónica en el 15 por ciento de los usuarios de IBP, en comparación con el 11 por ciento de las personas que usaban bloqueadores H2, otro medicamento para la acidez estomacal.
Los usuarios de IBP tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir insuficiencia renal en comparación con los usuarios de bloqueadores H2, aunque es poco frecuente. Los IBP también se han asociado a fracturas óseas, infecciones, deficiencia de vitamina B12 e incluso demencia, aunque los vínculos exactos no están claros. Así que si necesita un IBP o incluso un fármaco H2, tómelo durante el menor tiempo posible.
La acidez estomacal ocasional es común, y los cambios en el estilo de vida pueden aliviar las molestias y la necesidad de medicación.
Enfriar la acidez estomacal
- Toma comidas pequeñas y frecuentes, y come lentamente.
- Deja de comer al menos tres horas antes de acostarte.
- No se acueste ni haga ejercicio justo después de una comida.
- Levante ligeramente la cabecera de su cama para crear una inclinación al dormir.
- Deshágase de los vaqueros ajustados y de otras prendas que ejerzan presión sobre su tripa.
- Lleve un diario para identificar los alimentos y bebidas que podrían provocar su acidez. Las posibilidades son los alimentos grasos y picantes, el chocolate, el café, el té y los refrescos.
Pero no ignore la acidez crónica. Si se produce más de dos veces por semana, no responde al uso a corto plazo de un antiácido como Rolaids o Tums, o empieza a entorpecer la vida cotidiana, pida una cita con su médico. Podría ser un signo de un problema de salud más grave.