Una colisión perfectamente elástica se define como aquella en la que no hay pérdida de energía cinética en la colisión. Una colisión inelástica es aquella en la que parte de la energía cinética se transforma en alguna otra forma de energía en la colisión. Cualquier colisión macroscópica entre objetos convertirá parte de la energía cinética en energía interna y otras formas de energía, por lo que ningún impacto a gran escala es perfectamente elástico. El momento se conserva en las colisiones inelásticas, pero no se puede seguir la energía cinética a través de la colisión, ya que parte de ella se convierte en otras formas de energía. Las colisiones en los gases ideales se aproximan a las colisiones perfectamente elásticas, al igual que las interacciones de dispersión de las partículas subatómicas que son desviadas por la fuerza electromagnética. Algunas interacciones a gran escala, como las interacciones gravitatorias de tipo honda entre satélites y planetas, son perfectamente elásticas.
Las colisiones entre esferas duras pueden ser casi elásticas, por lo que es útil calcular el caso límite de una colisión elástica. La suposición de la conservación del momento así como la conservación de la energía cinética hace posible el cálculo de las velocidades finales en colisiones de dos cuerpos.