El vértigo es una desagradable sensación de mareo (aunque no hay que confundirlo con éste) que implica la sensación de que los objetos, o paredes, están girando a nuestro alrededor. Según la mayoría de los estudios médicos, el vértigo se origina, en un 75% de los casos, en el oído interno, donde se halla el nervio vestibular, que es el responsable de la regulación de nuestro equilibrio.
Ya vimos la forma de evitar los mareos en los viajes en el transporte público o en los coches, ahora os damos los remedios caseros para vencer el vértigo.
Cuáles son las causas que provocan el vértigo
Todos hemos tenido un ataque de vértigo alguna vez, y hemos tenido la sensación de que nos caemos al suelo, y la más recurrente es la de que «el mundo da vueltas a nuestro alrededor» y tenemos la urgente necesidad de reposar la cabeza y tumbarnos para cerrar los ojos y desterrar esta sensación.
Existen dos tipos de vértigos ampliamente estudiados y documentados. Uno es el vértigo central, que aparece de forma progresiva, es intermitente o continuo, y desgraciadamente para quien lo sufre, puede durar días. Sus causas son muy variadas, y en muchos casos, son consecuencia de diversas enfermedades o problemas de salud: epilepsia, esclerosis múltiple, migrañas, infecciones del oído interno, etc. Este tipo de vértigo debe ser tratado por los facultativos, y normalmente se recomendará, entre otros tratamientos que también incluyan fármacos, reposo y tratamientos de fisioterapia que reduzcan los síntomas del llamado vértigo central.
El conocido como vértigo periférico es el más frecuente, y se produce cuando la cabeza gira, sobre todo en posición decúbito, o cuando aumenta la presión sobre las membranas del oído interno. El vértigo, en este caso puede ser causado por varias razones: una lesión en la cabeza, la toma de ciertos medicamentos (los diuréticos o antibióticos tienen este tipo de efecto secundario en algunas personas), la inflamación del nervio vestibular, hinchazón del oído interno, la enfermedad de Meniére (trastorno que produce vértigos repentinos y zumbidos en los oídos de forma temporal, o permanente, y que no tiene un origen médico claro).
Síntomas del vértigo
Los síntomas del vértigo suelen ser muy característicos, tanto en los vértigos de tipo periférico como en los centrales. Uno de los síntomas del vértigo más frecuente, es la sensación de que las paredes de una estancia giran a nuestro alrededor.
Aunque hay algunos otros síntomas del vértigo: zumbido de los oídos, mareos y sensación de que perdemos el equilibrio y nos caemos, dolores fuertes de cabeza, nauseas e incluso en los casos más agudos, visión doble, vómitos, debilidad de las extremidades y dificultad para enfocar correctamente la vista.
Cómo se cura el vértigo
El vértigo se puede curar, y en muchos casos, se puede evitar con acciones preventivas. Algunas recomendaciones médicas pueden reducir el riesgo de tener ataques de vértigo: debemos evitar posiciones extremas de la cabeza, así como giros muy rápidos de la misma.
Además, conviene prevenir como medida para curar el vértigo, en este caso minimizando determinadas circunstancias que desencadenarán un ataque de vértigo, como la ansiedad, el estrés o el consumo de determinados medicamentos que pueden provocar la pérdida de equilibrio como efecto secundario.
Ejercicios para el vértigo
Las personas que sufren vértigo saben anticipar cuándo van a sufrirlo, por lo que es fácil que lo puedan prevenir. Los médicos oftalmólogos, en casos de vértigo y pérdida de sensación de equilibrio, recomiendan adoptar una serie de hábitos para curar el vértigo, tales como practicar taichí (movimientos suaves y giros de cabeza) o caminar descalzos, ya que estas actividades mejoran el sentido del equilibrio. Además, debemos cuidar mucho los oídos, procurando evitar las otitis y acudiendo a revisiones periódicas. La vista también es importante, porque el vértigo se agrava si la visión es deficiente.
Hay una serie de ejercicios para el vértigo que se pueden hacer en casa, y que alivian y previenen las desagradables sensaciones de vértigo, y las posibilidades futuras de sufrirlo. Practícalo en casa y notarás como en determinadas situaciones, el vértigo se atenúa o desaparece.
- El primero es un ejercicio de relajación del cuerpo. En una alfombra de hacer ejercicio, y en un lugar tranquilo, arrodíllate al mismo tiempo que apoyas los glúteos sobre los talones, y colocas las manos sobre las piernas. Sin cerrar los ojos, lleva despacio la cabeza hacia atrás, y respira profundamente. Vuelve la cabeza a su sitio, y repite este mismo ejercicio un par de veces más.
- Nuevamente de rodillas, túmbate hacia adelante y apoya la frente en el suelo, girando la cabeza despacio hacia un lado, y volviendo hacia la posición inicial. Gira la cabeza a un lado y a otro despacio.
- Colócate a cuatro patas y levántate muy despacio, girando la cabeza de lado a lado y colocando los pies firmes en el suelo.
La práctica de estos sencillos ejercicios puede curar el vértigo, además de prácticas como el yoga o el taichí. Si nunca habéis practicado el Taichí, en el siguiente enlace os mostramos cómo aprender taichí de forma autodidacta, lo que ayudará a mejorar nuestra sensación de equilibrio y, para quienes son propensos a sufrirlos, hay que evitar siempre los movimientos y giros bruscos de cabeza.
Debemos tener en cuenta que, aunque el vértigo en sí no es un trastorno grave, ya sea como efecto secundario de algún fármaco, o como consecuencia de alguna otra enfermedad, el vértigo nos puede impedir desarrollar actividades diarias como por ejemplo conducir.