Cómo salvar el cabello sobreprocesado

El cabello rubio decolorado doblemente procesado ha estado de moda durante un tiempo y, al menos para mí, nunca pasa de moda. He tenido una relación intermitente con el pelo decolorado desde 2008, sobre todo porque me hace sentir un poco malvada.

Sin embargo, estoy dispuesta a admitir que es el novio malo de la coloración del cabello. Lo querías porque se veía bien, pero, hombre, resultó ser necesitado, tragando tu tiempo (en el salón) y tu ingreso disponible (tantos productos) con abandono. La mayoría de la gente lo deja rápidamente, pero yo no. Sigo volviendo a por más.

A través de la prueba y el error y de lo que parecen millones (quizás incluso billones) de dólares literalmente tirados por el desagüe, he aprendido cómo cuidarlo mejor y qué productos funcionan realmente.

Entonces, a principios de este año, después de todo lo que he aprendido, hice algo estúpido: el retroceso para acabar con todos los retrocesos, si se quiere. En un arrebato de impetuosidad, espoleada por el deseo -no, la necesidad- de sentirme mejor conmigo misma, unido al vaivén de las finanzas de un autónomo, dejé que una estudiante de peluquería me tiñera el pelo. «¿Qué es lo peor que podría pasar?» pensé. (Creo que todos sabemos cómo acaba esto.)

Sí. Me quemaron el pelo. No todo (¿el lado positivo?), pero todo en un radio de cinco centímetros de mi cabeza se arruinó. Para tener una perspectiva, tengo un corte de pelo hasta la barbilla. Esto me llevó a un viaje de cuidado del cabello como nunca antes. Lo que sea, lo he probado. He viajado a las profundidades del infierno capilar, me he asomado a su interior, me he quemado literalmente, y ahora he regresado del borde de la destrucción (capilar) y estoy lista para contarlo.

Probablemente estés pensando: «¿Por qué debería escuchar a la chica que dejó que alguien le quemara el pelo?». Y mi respuesta es la de una grupi despistada. He visto cosas… sé cosas… déjame compartir lo que he aprendido.

La jerarquía del acondicionador: Al decolorar tu cabello, descubrirás que el acondicionador no es sólo tu nuevo mejor amigo: es todo tu equipo. Necesitarás al menos dos pero idealmente tres acondicionadores diferentes, porque el acondicionador es ahora tu champú, y una mascarilla de tratamiento es ahora tu acondicionador. ¿Tiene sentido? Vayamos paso a paso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *