No hay una única forma correcta de hacer un burrito de desayuno. Pero si sigues estas sencillas reglas, tienes garantizado un resultado perfecto (¡que puede curar cualquier resaca!) en todo momento.
1. Cocina las patatas en grasa de tocino.
Todos los mejores burritos de desayuno tienen algún tipo de componente de patata (nos encanta un momento de doble carbohidrato). Para mantener la preparación al mínimo absoluto, usamos hash browns congelados. Si te gusta más el estilo campestre, puedes hacer nuestras patatas fritas favoritas en la sartén.
2. Sazona los huevos en el último momento.
Según Gordon Ramsay, añadir sal al principio extrae la humedad y hace que los huevos queden aguados. Así que espera a hacerlo hasta el final.
3. Utiliza un queso afilado, ácido o picante.
Obviamente el cheddar es perfecto porque se derrite muy bien. Pero el gouda (afilado), el queso de cabra (picante) o el pepper jack (picante) también funcionan muy bien. Las variedades suaves como el mozzarella o el Monterey jack son totalmente aceptables pero no aportan ni de lejos tanto sabor.
4. No uses una tortilla fría.
Será muy difícil de doblar y enrollar y es probable que se rompa. Caliente o a temperatura ambiente facilita mucho las cosas. Y si todavía te cuesta saber cómo hacerlo, mira alrededor del :30 de este vídeo de Cheesy Baked Burrito.