Los bloqueadores beta se utilizan ampliamente en el tratamiento de las afecciones cardíacas y la tirotoxicosis, y para reducir las complicaciones perioperatorias. El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) han sido contraindicaciones clásicas para el uso de betabloqueantes debido a su potencial para causar broncoespasmo. La identificación de betabloqueantes cardioselectivos que tienen una afinidad significativamente mayor por los receptores beta1 que por los beta2 ofrece un subgrupo de betabloqueantes con menos probabilidades de provocar broncoespasmos. Salpeter y sus colaboradores analizaron los datos de ensayos aleatorios, ciegos y controlados con placebo para evaluar el efecto de los betabloqueantes cardioselectivos en pacientes con enfermedad reactiva de las vías respiratorias, incluyendo el asma o la EPOC con un componente reversible. Los estudios elegibles podían utilizar una dosis oral o intravenosa administrada como dosis única o como tratamiento continuo. De los 29 estudios incluidos en este metanálisis, 19 estudiaron el tratamiento de dosis única en un total de 240 pacientes. Los betabloqueantes cardioselectivos sin actividad simpaticomimética intrínseca que se utilizaron en el estudio fueron atenolol, metoprolol, bisoprolol y practolol. Los que tenían actividad simpaticomimética intrínseca eran el celiprolol, el acebutolol y el xamoterol. En el grupo que recibió una dosis única de un betabloqueante, se produjo una reducción del 7,46% del volumen espiratorio forzado en un segundo (VEF1), que revirtió tras la administración de un agonista beta. Ninguno de los estudios demostró un aumento de los síntomas respiratorios entre los pacientes. En los 10 estudios con 141 participantes que recibieron un tratamiento continuo con betabloqueantes cardioselectivos, ningún participante tuvo una caída significativa del VEF1 ni desarrolló nuevos síntomas.
Los autores concluyen que los betabloqueantes cardioselectivos pueden utilizarse con seguridad en pacientes con enfermedad reactiva de las vías respiratorias. La primera dosis de un betabloqueante cardioselectivo puede causar un pequeño descenso del VEF1, pero el tratamiento continuado durante unos días o semanas, especialmente con agentes sin actividad simpaticomimética intrínseca, no se asoció con cambios significativos del VEF1, síntomas o uso de inhaladores beta-agonistas.
En la misma revista, Epstein coincide en que los betabloqueantes cardioselectivos son seguros en pacientes con enfermedad reactiva de las vías respiratorias de leve a moderada. Estos medicamentos pueden disminuir claramente la mortalidad entre los pacientes con síndromes coronarios agudos, insuficiencia cardíaca congestiva, arritmias selectas e hipertensión. Los fármacos deben iniciarse con una dosis baja y aumentarse. Es necesario tener cuidado en los pacientes con asma grave o broncoespasmos continuos.