¿Los acontecimientos de tu vida te están estresando? Puede ser la pérdida de un ser querido, un contratiempo financiero, la presión del trabajo y los plazos o los problemas personales. Sea cual sea el motivo, lo que la mayoría de la gente no sabe es que hay diferentes tipos de estrés.
Los psicólogos suelen distinguir entre 4 tipos de estrés según su duración. Conocer los distintos tipos de estrés puede ayudarte a superarlo. A continuación, te mostramos los diferentes tipos de estrés que uno suele encontrar –
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Estresión física
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Estres emocional
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Estrés agudo
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Estres crónico
¿Te sientes a menudo falto de sueño, o quizás te pasas horas dormitando en el sofá? Puede que estés lidiando con el estrés físico. El estrés físico se refiere a eventos y actividades físicas que causan estragos en el cuerpo humano. Esto incluye el estrés provocado por un sueño inadecuado o por dormir demasiado. Por ejemplo, cuando viajas con frecuencia o te quedas despierto hasta altas horas de la noche, tu cuerpo siente el estrés y te sientes aletargado.
El dolor del estrés emocional a veces puede golpear más fuerte que cualquier otro tipo de estrés. Por ejemplo, el estrés que uno experimenta debido a una relación conflictiva tiende a ser más exigente física y mentalmente que, por ejemplo, el estrés que se experimenta después de un duro día de trabajo en la oficina.
El estrés agudo es el tipo de estrés que aparece con bastante rapidez y a menudo de forma inesperada para desequilibrarte. Aunque este tipo de estrés no dura mucho tiempo, te deja impactado durante bastante tiempo. Por ejemplo: cuando se produce una discusión o una pelea con un ser querido, o cuando se tiene un examen, para el que quizá no se esté bien preparado.
¿Has estado experimentando dolores de cabeza y palpitaciones durante un tiempo prolongado? Si la respuesta es afirmativa, entonces podría estar sufriendo de estrés crónico. Estos síntomas, junto con el insomnio, el dolor de pecho y los bajos niveles de energía son las características clave de este tipo de estrés. El estrés crónico tiende a producirse a diario, dejándole completamente agotado o quemado, si no se gestiona eficazmente. Una vez que se llega a la fase de agotamiento, es difícil mantener la motivación y cumplir los objetivos. Determinados entornos laborales, la falta de reconocimiento de los logros, las expectativas poco realistas y un estilo de vida muy exigente pueden desencadenar el estrés crónico. Con el tiempo, tal condición puede conducir a una plétora de problemas de salud física y mental, incluyendo la depresión, la ansiedad, las enfermedades gastrointestinales y los trastornos cardiovasculares.
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El estrés no siempre es malo. En pequeñas dosis, puede motivarte a dar lo mejor de ti y ayudarte a rendir bajo presión. Pero si con frecuencia te sientes abrumado o agotado, entonces deberías buscar formas de controlarlo.
Varios tipos de técnicas de gestión del estrés pueden ayudarte a lidiar con los diferentes tipos de estrés. Hacer ejercicio, practicar la respiración lenta, así como desafiar y controlar la forma en que percibes ciertos eventos, ayudan mucho a superar las situaciones estresantes. Controlar el estrés es fundamental para mantener una vida plena y saludable.
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