«Big Eyes» fue nominada en la categoría de Comedia & Musical durante los últimos premios Globo de Oro. La actriz principal, Amy Adams, incluso ganó el premio a la mejor actriz por protagonizarla. Sin embargo, mientras veía esta película, resultó ser lo más alejado de lo que tenía en mente para una comedia. El tema de esta película era realmente inquietante y deprimente. Sin embargo, al tratarse de una película de Tim Burton, no faltaba el humor negro.
Esta película es un biopic de la artista pop de los años 50 Margaret Keane (anteriormente Ulbrich, de soltera Hawkins). Desarrolló una serie de inquietantes pinturas acrílicas de niños con grandes ojos redondos y oscuros. Walter Keane, el pillo de su marido, se aprovechó de la creciente popularidad de sus cuadros. Las reclamó y las comercializó en masa como si fueran suyas.
Mientras tanto, la tímida Margaret se vio obligada a adaptarse a su red de mentiras. Se encerró en el cuarto de trabajo de su casa para pintar aún más Ojos Grandes, lejos de las miradas indiscretas del público, e incluso de su propia hija. ¿Será capaz Margaret de liberarse de la prisión en la que se ha metido?
Amy Adams se cargó tranquilamente esta película sobre sus hombros. No hay nada divertido en lo que tuvo que hacer aquí como Margaret. Su personaje fue víctima de un crimen muy cruel. Su marido le robó no sólo su arte, sino también su confianza y su propia libertad. Adams interpretó un personaje débil, pero como actriz, Adams era todo menos eso. Con su sabia interpretación, Adams consiguió ganarse nuestra empatía y compasión por su difícil situación.
Christoph Waltz, por otro lado, era exagerado, unidimensional, prácticamente caricaturesco, como el manipulador estafador Walter. Desde su primera escena, ya se sabía que este tipo de buenas palabras no tenía nada bueno. Hasta su última escena en el tribunal, el Walter de Waltz era una caricatura maníaca, y nunca llegó a ser una persona real. Es posible que la dirección de Tim Burton esté en juego, ya que este Walter era la fuente de la mayor parte del humor negro de la película. La ardiente interacción de Waltz con el duro personaje del crítico de arte del NY Times es también muy memorable.
La narrativa de esta película era simple y directa. Sin embargo, gracias a la fascinante y desgarradora interpretación de Amy Adams, nos mantendremos hasta el convincente final. Los aspectos técnicos de la película, especialmente la paleta de colores pastel de la fotografía, así como el diseño de producción de época, el vestuario y el maquillaje, contribuyen al aspecto general encantador y a la sensación nostálgica de la película en su conjunto. 7/10.