Aunque las Chicas de Oro nos enseñaron a hacer el acto «sólo de espaldas… así todo se desliza hacia atrás y parece que te acabas de hacer un lifting», ¡sabes que quieres darle sabor a las cosas en el dormitorio! ¿Y qué mejor manera que el «girl-on-top»? Es la acción ideal para el orgasmo femenino, después de todo.
La posición de la vaquera es realmente un ganar/ganar para ti y tu pareja. Tienes el control de la profundidad y el movimiento, además de que serás capaz de moler tus caderas de una manera que da más estimulación del clítoris que cualquier otra posición. Esta posición también ayuda a tu hombre a durar más tiempo, ya que lo haces más despacio.
Pero la razón más importante por la que no te atreves a hacer una vaquera es la falta de confianza, ya sea en tu propio cuerpo, en tu sexualidad o en la confianza con tu pareja.
Si piensas, como Dorothy, que «cuando te inclinas, parece que alguien te ha quitado el aire de la cara», ¡date un respiro! Aunque este ángulo no sea el más favorecedor, a tu hombre le da igual. No necesitas perder 20 libras para hacer que la chica encima sea increíble; él simplemente estará feliz de que estén probando cosas nuevas juntos.
Otra razón común por la que las mujeres optan por el misionero sólo se deriva de la falta de confianza sexual; crees que no eres «buena» para tener el control. Resumiendo, no hay manera de que te equivoques, pero quieres perfeccionar el arte y lo entendemos.
Por último, puede que pienses que tu hombre no está recibiendo suficiente placer o está juzgando tu actuación. De nuevo, no hay absolutamente ninguna posibilidad de que esto sea así, pero para estar segura de que vas a sacudir su mundo, sólo tienes que dar estos consejos para probar.
¿Lista?
Primero, ¡ponte cómoda!