Se seguirán tomando medidas de precaución. Los recién nacidos no pueden darse la vuelta ni mover la cabeza, por lo que los gatos que buscan el calor podrían, en teoría, dificultar su respiración. Yo nunca he tenido a Sistercat acurrucándose demasiado cerca para belorizar mi suministro de aire, pero por suerte nuestra guardería venía con una puerta, así que eso soluciona la hora de la siesta de todos modos.
Para evitar los celos, que no son fatales para nadie pero que podrían ser desgarradores después de una década de tratar a mis gatos como niños, también seguiré los consejos de la ASPCA cuando llegue el bebé: darles tiempo para que exploren los muebles nuevos antes de establecer zonas prohibidas, proporcionarles una introducción suave cuando lleguemos a casa desde el hospital, tirar algo de ropa usada al suelo para que investiguen de forma casual, etc. Haremos todo lo posible para que no se sientan desatendidos.
Por supuesto, también hemos oído que inevitablemente nos desatenderemos incluso a nosotros mismos y a los demás al principio. Espero que no sea así, pero sé que todos deberíamos anticipar los cambios, incluso Muppet y Sistercat. Puedo decir que saben que algo está a punto de cambiar por la forma en que visitan la nueva guardería, se acurrucan en la nueva mecedora, olfatean el Dreft. Y, desde hace meses, Sistercat ha encontrado la forma de colocarse elegantemente sobre mi creciente barriga, en lugar de sobre mi pecho, siempre que me relajo en el sofá.
No, la casa Ward no puede saber todavía lo que nos depararán los próximos dos meses. Pero basándome en todo lo que he oído y aprendido, deberíamos ser capaces de coexistir sin problemas.