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Todo el mundo sabe que la universidad puede ser cara hoy en día. Pero, ¿sabías que a veces puede ser gratis? Si tú y tu familia realmente no tienen un centavo para la escuela, todavía hay siete caminos para la universidad gratuita, aunque muchos de ellos requieren mucho trabajo y sacrificio.
(1) Asiste a tu universidad comunitaria local. Si puedes seguir viviendo sin pagar el alquiler en tu casa, hay un número creciente de opciones para conseguir una matrícula gratuita en el colegio comunitario. Muchos estados y ciudades ofrecen ahora colegios comunitarios gratuitos. Este mapa muestra todos los programas gratuitos actuales.
Si no vives en una zona de universidad gratuita, el gobierno federal probablemente cubrirá toda o al menos una buena parte de la matrícula de tu universidad comunitaria, que suele ser de unos 3.500 dólares al año. Las familias que ganan hasta 180.000 dólares también pueden obtener hasta 2.500 dólares de descuento en su factura de impuestos solicitando el Crédito Fiscal de la Oportunidad Americana. Los estudiantes de familias que ganan menos de unos 50.000 dólares tienen una buena oportunidad de obtener una beca federal Pell de hasta 5.815 dólares.
Además, los buenos estudiantes deberían preguntar por las opciones de universidades de honores, ya que éstas suelen venir acompañadas de grandes becas. Un ejemplo: la beca de matrícula completa para buenos estudiantes en el Mesa Community College de Arizona. Una vez terminados los dos primeros años, se pueden solicitar becas de transferencia a universidades de cuatro años.
Los estudiantes también deberían solicitar a su universidad pública local de cuatro años, ya que muchas ofrecen a los estudiantes de bajos ingresos un viaje gratuito o al menos una ayuda suficiente para cubrir la parte de la matrícula. Entre las que prometen cubrir la matrícula están la Universidad de Washington, el campus de Camden de Rutgers y todos los campus de las universidades de California.
(2) Ir a trabajar a una empresa generosa. La mayoría de las grandes empresas tienen políticas de reembolso de matrícula, con un tope de unos 5.000 dólares al año. Pero unos pocos empleadores, como el gigante de la contabilidad EY, ofrecen una matrícula ilimitada.
(3) Alístate en el ejército. Si estás dispuesto a servir a tu país, hay varios caminos para acceder a la universidad gratuita. Las cuatro academias militares no sólo son gratuitas, sino que te pagarán un estipendio mientras estudias. La Guardia Nacional y el ROTC también ofrecen programas que cubren la matrícula y pagan pequeños estipendios. También puedes alistarte y prestar tres años de servicio activo para obtener beneficios de veterano que cubrirán la matrícula estatal en casi cualquier universidad pública. Además, muchos soldados pueden dar un salto en su carrera universitaria obteniendo créditos académicos por su formación militar. La Fuerza Aérea, por ejemplo, tiene su propio colegio comunitario acreditado, y otorga créditos universitarios por gran parte de su entrenamiento.
(4) Revisa las «universidades de trabajo». Hay siete de los llamados colegios de trabajo que permiten a los estudiantes cambiar el trabajo por la matrícula. Al menos dos -Berea y College of the Ozarks- ofrecen suficientes becas y oportunidades de trabajo para que los estudiantes cubran por completo su matrícula, aunque es posible que tengas que trabajar más para financiar tus gastos de manutención.
(5) Apunta a lo más alto. Algunas escuelas especializadas de élite, como el Instituto Curtis de Música y el Instituto Webb, una escuela de ingeniería marina, ofrecen matrícula gratuita. Y muchas universidades conceden cada año una beca de matrícula completa a algunos de los mejores estudiantes. La Universidad de Alabama, por ejemplo, ofrece becas de matrícula completa a un puñado de estudiantes con puntuaciones perfectas o casi perfectas en los exámenes. Además, los estudiantes de alto rendimiento procedentes de familias que ganan menos de 60.000 dólares suelen obtener una beca completa en unas 60 de las universidades más selectivas del país, como las Ivies, Amherst, Stanford y Vanderbilt. Unas cuantas universidades públicas muy selectivas también ofrecen ayudas muy generosas a los estudiantes de bajos ingresos, especialmente a los que viven en el estado, como la Universidad de Virginia y la Universidad de Michigan. Sin embargo, hay que ser realista. La generosidad de estas universidades es una de las principales razones por las que están inundadas de solicitudes. Así que generalmente admiten sólo a los mejores estudiantes.
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(6) Intenta conseguir grandes becas externas. Mientras que la mayoría de las becas privadas -las que proporcionan las empresas o las fundaciones- financian sólo una parte de los costes típicos de la universidad, unas pocas se encargan de que los estudiantes obtengan becas completas. Tendrás más probabilidades de conseguir las becas locales más pequeñas, pero si eres un buen estudiante con buenas actividades extracurriculares, vale la pena que intentes conseguir las becas de mayor valor, aconseja Kristina Ellis, autora de Confessions of a Scholarship Winner, que pagó sus estudios en Vanderbilt con becas, incluyendo prestigiosos premios de las fundaciones Coca-Cola y Gates. También sugiere que los estudiantes fuertes procedentes de entornos desfavorecidos consideren la posibilidad de solicitar una beca a la Fundación Posse y a Questbridge, que ayudan a los estudiantes ganadores a conseguir becas completas para las mejores universidades.
(7) Ve a Internet. Si sólo quieres aprender, y no te importa obtener créditos oficiales, hay miles de cursos online gratuitos disponibles a través de sitios web y aplicaciones como ItunesU y YouTube, (Por ejemplo, aquí está la página de YouTube de Yale). Además, puedes tomar cursos masivos abiertos en línea gratuitos (o MOOC) a través de organizaciones como Coursera, EdX, Future Learn, Canvas Network y Saylor Academy. Puede haber otros cursos gratuitos disponibles en escuelas individuales. Stanford ofrece docenas de cursos gratuitos en línea, por ejemplo. Muchas bibliotecas locales también ofrecen cursos gratuitos. Algunos de estos programas le permitirán obtener créditos si paga por los exámenes finales supervisados, que suelen costar entre 25 y 100 dólares cada uno.
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