Todo lo que los católicos tradicionales creemos y hacemos debe tener un solo fin; LA SANTIDAD. La obra del Espíritu Santo es SANTIFICARNOS y convertirnos en otros cristos.
El profeta Isaías escribe sobre los 7 Dones del Espíritu Santo.
1) Sabiduría. Nos permite conocer a Dios y estimar las cosas divinas por encima de las mundanas.
2) Entendimiento. Nos ayuda a comprender nuestra fe católica, la Biblia y los santos.
3) Consejo. Es el conocimiento necesario para guiarnos a nosotros mismos y a los demás para hacer la voluntad de Dios. Nos ayuda a ayudar a otros a superar los problemas espirituales y temporales.
4) Fortaleza. Esta es la fuerza que necesitamos para soportar y tener valor. Nos ayuda a sufrir persecuciones y adversidades por el bien.
5) Conocimiento. Nos ayuda a conocer a Dios, a nosotros mismos y a los demás como Dios sabe.
6) Piedad. Este don nos infunde amor para servir a Dios y verlo en todos los acontecimientos a través de una vida santa de oración.
7) Temor del Señor. «El Temor del Señor es el principio de la sabiduría». Tememos su justo castigo de nuestros pecados para siempre, pero más aún tememos incluso desagradarle u ofenderle.
Los 12 Frutos del Espíritu Santo son:
1) Caridad. El Espíritu Santo es Amor y nos da la virtud teologal infusa de la caridad para preferir a Dios sobre todos y todo. Deseamos esta unión amorosa con Dios. Y se desborda en nuestro amor a nosotros mismos y al prójimo por amor a Dios.
2) Alegría. La felicidad se realiza cuando vivimos para Dios y sabemos que algún día estaremos con Él ahora y para siempre en el cielo.
3) Paz. El Espíritu Santo nos da orden en nuestras almas y una conciencia limpia. También nos da orden a nuestra familia, amistades y deberes de la vida.
4) Paciencia. Cuando uno está cerca de Dios, todo lo demás cae en su lugar para que uno pueda tener paciencia y tranquilidad. El amor es paciente.
5) Benignidad. Es la virtud de la bondad hacia los demás.
6) Bondad. Renunciamos al mal y buscamos el bien. Nos arrepentimos de nuestros pecados y nos esforzamos por cumplir la voluntad de Dios.
7) Longanimidad. Perseverancia en la misión que Dios nos ha encomendado y capacidad de permanecer fieles durante mucho tiempo.
8) Mansedumbre. Esto nos da la virtud moral templanza que nos ayuda a superar nuestra tendencia natural a ser rudos o enojados.
9) La fe. Es una virtud teologal que se nos da en el Bautismo. Nos da la gracia divina para poder asentir a la verdad revelada de Dios. Ponemos a Dios como autoridad absoluta.
10) Modestia. Esto incluye nuestra forma de actuar y de vestir. Son signos externos de nuestra modestia interior. Nos da la preferencia a la pureza de mente y de corazón en materia sexual.
11) Continuidad. Es la virtud de controlar los apetitos sexuales y de otro tipo de manera sagrada como en el matrimonio cuando uno de los cónyuges por enfermedad no puede tener relaciones.
12) Castidad. Es la entrega total de uno mismo a Dios como sacerdote, religioso o laico consagrado. Todas las vocaciones están llamadas a tener castidad en su forma de vivir. Esto incluye a los casados para que sean fieles a sus cónyuges. También da la gracia para que todos los que esperan casarse sean sexualmente puros.
El autor original de este blog falleció en julio de 2016. RIP Padre Carota.