Este post es en colaboración con Inc., que ofrece consejos útiles, recursos y perspectivas a los empresarios y dueños de negocios. El artículo que sigue fue publicado originalmente enInc.com.
¿Has notado que hay personas que siempre parecen ser más simpáticas?
En un episodio reciente del nuevo drama de la ABC Juegos mentales, uno de los personajes menciona un interesante rasgo de personalidad que define a las personas más populares: admiten más fácilmente sus debilidades en lugar de esperar a que se revelen con el tiempo. La serie trata sobre el uso de trucos astutos para manipular a los demás y asegurar un resultado positivo, así que es un poco ridículo, pero hay verdad en la observación.
En la oficina, es posible mostrar rasgos que te ayuden a ser más simpático. En mis años como director de empresa y desarrollando mi carrera de escritor, me he dado cuenta de cuándo la gente parece más simpática y he tratado de desarrollar estos rasgos yo mismo. Aquí hay algunos para cultivar.
1. Haz preguntas.
Me he dado cuenta de que las personas que hacen preguntas suelen caer bien. Es de naturaleza humana ser útil y todos tenemos un gran deseo de compartir lo que sabemos. Cuando alguien parece necesitar nuestra ayuda, tiende a gustarnos más porque nos gusta ser quien proporciona las respuestas.
2. Habla más, no menos.
Un amigo mío es propietario de una pequeña empresa y es extremadamente querido. Uno de sus rasgos más fuertes es que tiende a hablar constantemente. Nunca tienes que adivinar lo que está pensando. No es brusco ni grosero, pero explica las cosas con detalle. (Como soy introvertido, tengo que desarrollar más este rasgo en mí mismo, y utilizar los mensajes de texto y el correo electrónico con menos frecuencia).
3. Da tu tiempo… gratis.
Un enfoque sin ataduras para ayudar a los demás también te hace más agradable. Piensa en la persona que más te gusta: normalmente es alguien que te ayuda con la fotocopiadora o que está dispuesto a leer tu propuesta de negocio en un apuro. Por supuesto, los que ayudan sólo para caer bien siempre revelan un rasgo de manipulación, así que asegúrate de ser genuino.
4. Escucha mejor.
He mencionado que los habladores tienden a ser más agradables, y eso es cierto. A veces, el exceso de comunicación pone a la gente a gusto. Pero también es importante hacer una pausa de vez en cuando y escuchar. Los buenos comunicadores se toman un respiro de vez en cuando. Las personas que caen bien son siempre oyentes que tienen curiosidad por aprender (de verdad) cosas nuevas. Los mejores comunicadores hablan y hablan, y luego escuchan la respuesta. Eso los convierte en los favoritos de la oficina.
5. Preocuparse real y verdaderamente.
¿Cómo se desarrolla el rasgo de personalidad de preocuparse? Puede ser difícil, especialmente en la era de las redes sociales donde todo el mundo está peligrosamente cerca de ser un narcisista. Preocuparse es un acto de dejar de lado tus propios intereses y ambiciones por un tiempo y ayudar a los demás. Requiere un esfuerzo. Tienes que decidir conscientemente que vas a preocuparte por otra persona. Cuando lo hagas, y seas genuino al respecto, descubrirás que caerás bien a más gente.
6. Admite que no lo sabes todo.
Todos sabemos lo importante que es alejarse del sabelotodo de oficina. ¿Por qué? En parte, porque sabemos que esa persona no nos va a pedir ayuda, y nos gusta ser útiles. Y lo que es más importante, los que tienen todas las respuestas suelen impulsar su propia agenda. En su actitud engreída, exhiben un sentido de orgullo que no es atractivo para nadie.
7. Busca la risa, siempre.
Es difícil odiar a un bromista o a alguien que tiene un enfoque despreocupado de la vida. Por lo general, las personas más queridas son las que pueden llenar una habitación de risas. Puede que no esté en tu naturaleza bromear, y eso está bien. Sólo asegúrate de estar preparado para ver el humor en algo. Sé alguien que pueda reír con facilidad y sonreír a menudo. Te ganarás a la gente.
8. Alégrate.
Admitiré que me cuesta este punto. ¡Soy una persona seria con preocupaciones serias! (La mayor parte del tiempo.) Pero es mejor ver el panorama general de la vida. Las personas realmente serias actúan esencialmente de forma egoísta porque se centran demasiado en sus asuntos personales. Las personas altamente agradables en el trabajo son aquellas que pueden dejar de lado sus preocupaciones y seguir la corriente. Son desinteresados.
9. No seas insistente.
Este es un rasgo interesante y difícil de dominar. Hace unos años hice un viaje por carretera con una persona, y recuerdo que me dijo que no tiene gustos muy definidos. ¿Qué significa eso realmente? Para empezar, no es tan egoísta y no presiona con sus preferencias: irá a comer a cualquier restaurante y escuchará cualquier tipo de música. Es flexible. Eso lo hace simpático porque se adaptará a la situación.
10. Admite tus debilidades.
El personaje de la serie Juegos mentales tiene razón: Admitir tus debilidades te hace más simpático. De todos modos, la gente las descubre por sí misma. Por supuesto, es importante no actuar como una víctima ni compartir tus problemas con todos los que conoces. En el trabajo, no pasa nada por ir a una reunión y exponer los retos a los que te enfrentas. Es más probable que la gente sugiera algunas soluciones, acuda en tu ayuda e incluso te dé una palmadita en la espalda.
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