Vera Wang

«Me considero un árbitro del gusto», dijo Vera Wang en una entrevista de Vogue, en 1990. En la promoción de su nueva boutique de novias en Madison Avenue, hablaba de estilizar las bodas hasta el último detalle elegante. En poco tiempo, su marca se convirtió en el estándar de oro de los vestidos de novia hechos a medida. Y antes de que pasara una década, la poderosa marca se convertiría en una empresa multimillonaria de moda y estilo de vida.

Wang nació en un lugar privilegiado de Nueva York en 1949, de padres inmigrantes ricos: Su padre era un ejecutivo de la industria farmacéutica, y su madre, la hija de un señor feudal chino. La pareja huyó de China poco antes de la revolución comunista y se instaló en el Upper East Side de Manhattan. Wang se educó en prestigiosos colegios privados y fue una competidora de patinaje sobre hielo. Cuando no entró en el equipo olímpico de Estados Unidos en 1968, «buscó la moda para sustituirla»

Wang trabajaba en Yves Saint Laurent cuando fue descubierta por la editora de Vogue Frances Patiky Stein. En 1972, ya formaba parte de la plantilla como asistente del barón Nicolas de Gunzburg, y se convirtió rápidamente en una de las editoras de moda más jóvenes de la historia de Vogue. En 1987, se marchó para realizar su sueño de diseñar en Ralph Lauren. En 1989, mientras planeaba su boda con Arthur Becker, decidió que podía llenar un vacío en la industria nupcial: «Simplemente no había evolucionado», dijo más tarde. «Me di cuenta de que podía causar una impresión en términos de cambiar y redirigir toda la industria de las novias»

Un sinfín de celebridades se casarían con un vestido de Vera Wang, entre ellas Jennifer López, Uma Thurman y Mariah Carey, así como las hijas políticas Karenna Gore y Chelsea Clinton. En 1993, hizo realidad otra idea: que sus habilidades para confeccionar vestidos largos se trasladarían al ámbito de la alfombra roja. Empezó a confeccionar trajes de gala a medida para varias mujeres de la alta sociedad y algunas actrices. En el año 2000, presentó por fin una colección de prêt-à-porter.

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