La serotonina es una proteína «mensajera» natural que se encuentra principalmente en el sistema gastrointestinal, en ciertas células sanguíneas (plaquetas) y en el sistema nervioso central (cerebro y tronco cerebral). La actividad anormal de esta proteína mensajera se ha implicado tanto en la migraña como en la depresión, y los medicamentos que modifican la serotonina pueden ser eficaces para tratar ambos trastornos. Estos medicamentos incluyen, para la migraña, los «triptanes»: p. ej., sumatriptán (Imitrex, Sumavel, sumatriptán genérico); y, para la depresión, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina/norepinefrina (IRSN): por ejemplo, fluoxetina (Prozac o fluoxetina genérica) y otros para los ISRS, y venlafaxina (Effexor o venlafaxina genérica) y otros para los IRSN.
Debido a que la migraña es «comórbida» con la depresión (es decir, cada trastorno se presenta con mayor frecuencia en los individuos afectados por la otra condición que en la población general), a muchos pacientes se les puede prescribir tanto un triptán (para el tratamiento de la migraña aguda) como un ISRS o IRSN (para el tratamiento crónico de la depresión). La administración simultánea de dos fármacos que promueven la actividad de la serotonina teóricamente podría producir una sobreabundancia aguda de la proteína y una constelación de síntomas denominada «síndrome de la serotonina». Los síntomas más comunes del síndrome de la serotonina incluyen enrojecimiento de la piel, diarrea, aceleración del ritmo cardíaco, elevación de la presión arterial, confusión y… sí, dolor de cabeza.
Debido a este riesgo potencial, la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos emitió una advertencia que implicaba que los médicos y los pacientes debían tener cuidado con la administración conjunta de un triptán y un ISRS o IRSN. De hecho, esta advertencia se basaba casi por completo en una preocupación teórica y no en pruebas clínicas o en pruebas clínicas derivadas científicamente. El síndrome de serotonina clínicamente significativo por el uso simultáneo de estos medicamentos parece ser extremadamente raro y puede no ser causado por los triptanes en absoluto, y el beneficio de un tratamiento adecuado tanto para la migraña como para la depresión parece superar con creces el riesgo extremadamente bajo de una peligrosa «sobrecarga de serotonina».
Independientemente de que uno esté tomando también un ISRS o un IRSN o no, esto no debe tomarse como una luz verde para el uso indiscriminado de los triptanes. Existen límites claramente definidos en cuanto a la frecuencia con la que se pueden utilizar los triptanes para el tratamiento de las cefaleas agudas, y sobrepasar esos límites es arriesgarse a sufrir una serie de complicaciones médicas. Conozca los límites. Si no los conoce, pregunte a su médico. En cualquier caso, el uso conjunto de antidepresivos y triptanes parece estar clínicamente justificado.
John F. Rothrock, MD
Director de la revista Headache
Director del Programa de Investigación y Tratamiento de Cefaleas
Universidad de Alabama
Birmingham, AL USA