El programa se filmó para que pareciera un documental, con entrevistas a «científicos» (actores pagados) y grabaciones con cámaras de teléfono. Con el único descargo de responsabilidad del programa en los créditos finales, en el que se indicaba que se trataba de una obra de ficción, muchos espectadores pensaron que por fin habían salido a la luz pruebas de la existencia de las sirenas.
Un mes después de la emisión del programa, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica publicó un comunicado en su página web en el que denunciaba la supuesta existencia de estos seres mitad humanos, mitad peces. «Nunca se han encontrado pruebas de humanoides acuáticos», decía el post.
En la mitología, las sirenas -o criaturas parecidas a las sirenas- han existido desde hace miles de años.
Los primeros mitos de sirenas pueden haberse originado alrededor del año 1000 antes de Cristo. – Los relatos cuentan la historia de una diosa siria que saltó a un lago para convertirse en pez, pero su gran belleza no pudo ser cambiada y sólo se transformó su mitad inferior.
Desde entonces, han aparecido muchas otras historias de sirenas en el folclore de diversas culturas del mundo. Por ejemplo, el espíritu del agua africano Mami Wata tiene forma de sirena, al igual que el espíritu del agua Lasirn, que es popular en el folclore de las islas del Caribe.
A lo largo de la historia, varios exploradores han informado de avistamientos de sirenas, el más famoso de los cuales fue Cristóbal Colón.
Colón afirmó haber avistado sirenas cerca de Haití en 1493, a las que describió como «no tan bonitas como las pintan, pues de alguna manera en la cara parecen hombres», según el Museo Americano de Historia Natural.
El capitán John Smith es descrito en el libro «Incredible Mysteries and Legends of the Sea» (Dodd Mead, enero de 1967) de Edward Rowe Snow como alguien que vio una sirena de ojos grandes y pelo verde en 1614 frente a la costa de Terranova; al parecer, Smith sintió «amor» por ella hasta que se dio cuenta de que era un pez de cintura para abajo.
Los expertos creen que Colón, Smith y otros exploradores que avistaron sirenas realmente vislumbraron mamíferos marinos de tamaño humano llamados manatíes y dugongos.
De hecho, a pesar de los «avistamientos» pasados y recientes de las míticas criaturas marinas, las sirenas, al igual que el Monstruo de la Esclusa del Ness, pueden ser sólo un caso de identidad equivocada.
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