Cuando hablamos de chinches de cama, una de las cuestiones que suelen surgir es si son o no contagiosas. Para responder a esta pregunta, primero hay que aclarar el significado de la palabra ‘contagioso’. En los círculos médicos, la palabra ‘contagiosa’ se refiere a una situación en la que una enfermedad puede transmitirse fácilmente de una persona a otra, normalmente a través del contacto directo, la tos, el intercambio de fluidos corporales, etc.
Las chinches, en cambio, son plagas y no enfermedades, y hay pocas pruebas que demuestren que transmitan alguna enfermedad. Por esta razón, no pueden definirse como contagiosas. Sin embargo, es muy fácil que se transmitan de una persona a otra, por lo que inicialmente surgió la confusión con el contagio. La facilidad de transmisión de las chinches de una persona a otra es una de las principales razones por las que estamos asistiendo a un resurgimiento de las chinches cuando estaban al borde de la erradicación.
Se pueden tomar varias medidas para evitar el contagio de las chinches de una persona a otra. Entre ellas, evitar compartir objetos personales como toallas y ropa, así como asegurarse de que la ropa se lava a fondo y, preferiblemente, se seca a la luz del sol para matar las chinches. El uso de insecticidas como EcoRaider® en una casa infestada de chinches las mata, reduciendo las posibilidades de que uno de los miembros de su familia las transmita a otras personas.
En resumen, no se puede decir que las chinches sean contagiosas, pero es muy fácil que se transmitan de una persona a otra por contacto.