Santa Bernadette de Lourdes. Bernadette de Lourdes, nombre original Marie-Bernarde Soubirous, también llamada Santa Bernadette Soubirous, (nacida el 7 de enero de 1844, en Lourdes, Francia – fallecida el 16 de abril de 1879, en Nevers; canonizada el 8 de diciembre de 1933; fiesta el 16 de abril, pero a veces el 18 de febrero en Francia), santa francesa cuyas visiones llevaron a la fundación del santuario mariano de Lourdes.
¿Quién es Santa Bernardita de Lourdes?
¿Cómo influyó Santa Bernadette de Lourdes en el mundo?
A pesar de la oposición, Santa Bernadette de Lourdes defendió firmemente sus visiones de María, y el Papa Pío IX las autentificó en 1862. La veneración de María como Nuestra Señora de Lourdes transformó el santuario de Lourdes en un importante lugar de peregrinación católica romana.
¿Cómo fue la infancia de Santa Bernardita de Lourdes?
Bernadette era la mayor de nueve hijos de una familia pobre. De salud frágil, sobrevivió al cólera a los 10 años y sufrió asma y otras dolencias durante toda su vida. Para escapar de la atención pública después de sus visiones milagrosas a los 14 años, se convirtió en una interna en la escuela local dirigida por las Hermanas de la Caridad.
¿Cómo murió Santa Bernardita de Lourdes?
Santa Bernardita de Lourdes murió de tuberculosis a los 35 años.
De salud frágil, Bernardita era la mayor de nueve hijos de una familia pobre; su padre era molinero. Contrajo el cólera en la epidemia de 1854 y sufrió asma y otras dolencias durante toda su vida. Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858, a la edad de 14 años, tuvo una serie de visiones de la Virgen María en la cercana gruta de Massabielle. María le reveló su identidad con las palabras «Yo soy la Inmaculada Concepción» y, entre otros mensajes y afirmaciones, le dijo a Bernadette que debía construirse allí una capilla. Bernadette defendió con firmeza la autenticidad de estas visiones a pesar de la fuerte oposición de sus padres, del clero local y de las autoridades civiles, y transmitió fielmente los mensajes de María.
Para escapar de la atención pública, se convirtió en interna en la escuela local dirigida por las Hermanas de la Caridad de Nevers. En 1866 fue admitida en el noviciado de la casa madre de Nevers. Allí completó su instrucción religiosa y pasó los años que le quedaban en oración y reclusión, feliz y querida por su bondad, santidad e ingenio, a pesar de las enfermedades y dolores casi constantes. Murió en agonía, aceptando de buen grado sus grandes sufrimientos en fiel cumplimiento de la petición de penitencia de su «Señora».
Fue canonizada por el Papa Pío XI, que autentificó sus visiones y la veneración de María como Nuestra Señora de Lourdes. La celebración de su fiesta es facultativa en el calendario romano, aunque Lourdes es un importante centro de peregrinación para quienes buscan la curación. La capilla del convento de San Gildardo, en Nevers, contiene su cuerpo, del que se dice que está incorrupto.
La Eucaristía que se celebra en Lourdes, Francia.
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