Después del reflejo de Moro, el reflejo tónico asimétrico del cuello (RTA o «postura de esgrima») es la respuesta postural infantil más fácilmente reconocida. En este artículo clásico, Gesell y Ames exploraron la interacción entre este patrón ATNR y el reflejo tónico simétrico del cuello (STNR), más sutil, en bebés desde las 28 semanas de gestación («bebés fetales») hasta las 20 semanas «postfetales». También aportaron pruebas para apoyar las influencias posturales en el desarrollo de determinadas habilidades de resolución de problemas y comportamientos atencionales, e incluso sugirieron un impacto de la lateralidad latente en los aspectos asimétricos de estos reflejos. Las interpretaciones anteriores de estos reflejos primitivos habían sugerido que siempre eran patológicos y que, por tanto, podían considerarse patognomónicos de enfermedades neuromotoras importantes, como la parálisis cerebral. Mediante la introducción de cuidadosas observaciones a lo largo del tiempo, Gesell y Ames pudieron demostrar que los patrones reflejos, tanto los primitivos como los posturales, sufrían un cambio secuencial ordenado, siendo uno u otro patrón el que predominaba alternativamente a lo largo del período comprendido entre varios meses antes del término y varios meses después del término. Aunque la teoría madurativa del desarrollo infantil de Gesell se caricaturiza a menudo como una escala de hitos lineales simplista, esta investigación describe claramente una interacción mucho más compleja entre el sustrato neurológico y la consecución de las habilidades motoras y los hitos de desarrollo relacionados.