Lagartija vivípara

El polimorfismo de color de las hembras de Zootoca vivipara no ha sido estudiado en profundidad en los últimos años, a pesar de la amplia investigación realizada sobre la propia especie. Las lagartijas hembras presentan tres tipos de coloración corporal dentro de una población: amarillo, naranja y una mezcla de ambos. Estos rasgos discretos se heredan por vía materna y existen durante toda la vida del individuo. Los morfos de color del organismo están determinados tanto por su genotipo como por su entorno.

La frecuencia de los morfos múltiples que se dan en una población varía con el nivel de densidad de la población y los entornos dependientes de la frecuencia. Estos factores hacen que los lagartos varíen en cuanto a su aptitud (tamaño de la puesta, proporción de sexos, éxito de la eclosión). En las poblaciones de menor densidad, el polimorfismo de color es más frecuente. Esto se debe a que las lagartijas vivíparas prosperan en entornos donde la competencia intraespecífica es baja. El aumento de la competencia entre individuos da lugar a una menor tasa de supervivencia de los lagartos. Además, las lagartijas hembras se dispersan por los hábitats en función de la frecuencia de los tipos de color que ya están presentes en la población. Sus capacidades reproductivas varían en función de este entorno dependiente de la frecuencia. El número de crías que producen se correlaciona con el morfo de color: las hembras amarillas son las que menos crías producen, mientras que las naranjas producen más que las amarillas, pero menos que las mixtas, que son las que más crías producen. La cantidad de crías producidas varía con respecto a las frecuencias de color en la población; por ejemplo, si las hembras amarillas tienen una mayor densidad dentro de la población, el tamaño de la puesta de las lagartijas naranjas suele ser menor.

Las hembras naranjas son más sensibles a la competencia intraespecífica y de color. Tienen tamaños de puesta más pequeños cuando la densidad de la población es alta, o cuando el número de hembras amarillas en la población es alto. Esto podría deberse a su necesidad de conservar energía para la supervivencia y la reproducción. Su morfología de color permanece en la población debido a la compensación entre el tamaño de las crías y el tamaño de la puesta. Las crías nacidas en nidadas más pequeñas suelen ser más grandes y, por tanto, tienen una mayor probabilidad de supervivencia. La selección natural favorecerá a los individuos de mayor tamaño debido a su ventaja en la competencia física con otros. Las hembras amarillas tienen puestas de mayor tamaño al principio de su vida, pero su éxito de eclosión disminuye a medida que la hembra envejece. Su viabilidad reproductiva disminuye, lo que se traduce en un menor número de crías a lo largo de su vida. Las hembras amarillas permanecen en la población debido a su gran tamaño de puesta, lo que provoca un aumento de la frecuencia de estas hembras. La selección favorece a las hembras de color amarillo por su capacidad de producir puestas de gran tamaño, lo que aumenta la aptitud de la hembra. En las hembras de color mixto, el éxito reproductivo es menos sensible a la competencia y a los entornos dependientes de la frecuencia. Como estas lagartijas muestran una mezcla de coloración amarilla y naranja, adoptan beneficios de ambos morfos. Como resultado, pueden mantener un alto éxito reproductivo y de eclosión con grandes tamaños de puesta. Su morfo de color permanece en la población debido a su alta aptitud, que la selección favorecerá.

Los tres colores tienen ventajas evolutivas de diferentes maneras. Mientras que las hembras amarillas tienen una mayor aptitud debido a sus grandes tamaños de puesta, las hembras naranjas disfrutan de una alta aptitud debido a su gran tamaño corporal y a sus mayores ventajas competitivas. Las hembras mixtas presentan ambas ventajas.

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