Una buena nutrición es un componente importante de un estilo de vida saludable y de un bebé sano. El mejor momento para revisar su estado nutricional para hacer los cambios adecuados es antes de la concepción. Un momento muy importante del desarrollo del feto es durante las primeras semanas de embarazo, cuando muchas mujeres pueden no darse cuenta de que están embarazadas. Los cambios nutricionales que deben producirse antes del embarazo deben ser individualizados en función de su estado médico, su peso y sus hábitos alimentarios.
El embarazo es un momento de la vida en el que el aumento de peso no sólo es deseable, sino que se fomenta. El aumento de peso recomendado puede depender de una serie de factores, incluido el peso previo al embarazo. También es posible que aumente más si está embarazada de varios bebés. Tu médico puede ayudarte a determinar cuál es el aumento de peso razonable para ti. La Academia Americana de Médicos de Familia es un buen recurso para obtener aún más información.
Muchos bebés pueden pesar entre 7 y 8 libras antes de nacer, por lo que es fácil ver cómo un aumento de peso de 25 a 30 libras es el promedio. El USDA y la AAFP son grandes recursos de referencia sobre el aumento de peso durante el embarazo, incluyendo un gran conjunto de herramientas del Instituto de Medicina.
El aumento de peso medio puede traducirse en 200-300 calorías/día adicionales. Esto aumenta la ingesta calórica diaria promedio de 2100 calorías por día a aproximadamente 2400-2500 calorías por día. El programa Mi Plato del USDA es una buena manera de aprender sobre la alimentación saludable durante el embarazo.
Un aumento del tamaño de la ración sería suficiente para satisfacer el aumento de las necesidades calóricas. El aumento de la ingesta calórica no debe compensarse con alimentos grasos, sino con el aumento de proteínas, lácteos, cereales, frutas o verduras. Comer sano no significa comer más, sino comer bien. El embarazo requiere más nutrientes además de más calorías. Los alimentos se dividen en grasas, proteínas e hidratos de carbono, además de micronutrientes
- Todos los sistemas corporales del feto utilizan las proteínas como principal componente. Buenas fuentes de proteínas son la carne magra, el pescado, la leche y las legumbres.
- Los carbohidratos son la principal fuente de energía. Las fuentes son los granos, los cereales, la fruta, las verduras y la leche.
- Las grasas son importantes para el desarrollo del sistema nervioso del feto y para la absorción de algunas vitaminas. Las grasas/aceites saturados e hidrogenados deben evitarse siempre.
- Los aceites monoinsaturados como el de oliva y el de canola son más saludables. Los ácidos grasos omega-3, como el docosahexaenoico (DHA), se han relacionado con un mayor coeficiente intelectual infantil. Para obtener más información sobre el vínculo del DHA con los coeficientes intelectuales de los bebés hay un gran artículo proporcionado por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
El viejo adagio «Eres lo que comes» cambia ligeramente en el embarazo a «Somos lo que nuestras madres comieron». Si tienes alguna duda sobre la dieta, siempre es mejor consultar con tu proveedor de atención médica. Buena suerte