La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica caracterizada por convulsiones recurrentes y no provocadas, causadas por una interrupción de las descargas eléctricas en el cerebro, según la Fundación de la Epilepsia. La epilepsia, el cuarto trastorno neurológico más común en Estados Unidos, se diagnostica con mayor frecuencia en la infancia o después de los 65 años, pero puede ocurrir en cualquier persona y a cualquier edad.
Los ataques pueden durar desde unos segundos hasta unos minutos, y a veces es difícil saber que una persona está teniendo uno, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los signos y síntomas de las convulsiones pueden incluir:
- Confusión temporal -a menudo descrita como una sensación «borrosa»
- Una mirada fija
- Movimientos incontrolables movimientos espasmódicos de los brazos y las piernas
- Pérdida de conciencia o conocimiento
- Síntomas psíquicos fuera del cuerpofuera del cuerpo o no sentirse «en el momento»
- Los lapsos de memoria
- Sensibilidad a los olores, sonidos, o vistas
- Ansiedad
- Náuseas
- Mareos
- Cambios visuales, como la visión de túnel
- El estrés
- La falta de medicación
- La falta de de sueño
- Fiebre
- Luces intermitentes
- Alcohol, drogas y cafeína
- Nicotina
- Bajo nivel de azúcar en sangre
- Lesión cerebral traumática
- Enfermedades neurológicas, como el Alzheimer
- Ataque cerebral
- Tumor cerebral
- Infección cerebral, como la meningitis
- Pérdida de oxígeno en el cerebro
- Algunos trastornos genéticos, como el síndrome de Down
En la mayoría de los casos, una persona con epilepsia tenderá a tener el mismo tipo de ataque cada vez, por lo que los síntomas serán similares de un episodio a otro.
Tratamiento de la epilepsia
Algunos tratamientos funcionan mejor que otros, dependiendo del tipo de epilepsia diagnosticada. Las opciones de tratamiento incluyen medicación anticonvulsiva, cirugía, estimulación nerviosa y cambios en la dieta. El objetivo del tratamiento es conseguir que no se produzcan convulsiones ni efectos secundarios, lo que permite a los enfermos de epilepsia vivir de forma independiente.
Aunque muchos internistas y médicos de familia tratan la epilepsia, un neurólogo -un médico especializado en el cerebro y el sistema nervioso- suele ser el más indicado para diagnosticar y tratar la epilepsia. Algunos casos son difíciles de tratar, y esos pacientes suelen consultar con un epileptólogo, un neurólogo especializado en el tratamiento de la epilepsia.
Señales de advertencia de las convulsiones
Muchas personas experimentan un aura antes de tener una convulsión. Es una especie de forma del cuerpo de advertirles que una convulsión se dirige hacia ellos.
Las señales de advertencia más comunes de las convulsiones incluyen:
Llevar un diario de lo que ha desencadenado las convulsiones y de las señales de advertencia que se produjeron antes de que sucedieran puede ayudar a los enfermos de epilepsia a controlar mejor sus convulsiones.
¿Qué puede desencadenar un ataque epiléptico?
Las personas con epilepsia informan de una variedad de cosas que pueden desencadenar un ataque. Entre ellas se encuentran:
No todas las convulsiones son emergencias. Para ayudar a alguien que está teniendo una convulsión, céntrate en la seguridad. Deje espacio a la persona, retire los objetos duros o afilados y amortigüe la cabeza. No intentes sujetar a la persona, detener sus movimientos ni ponerle nada en la boca. En el caso de las convulsiones más leves, como las que implican mirar fijamente o sacudir los brazos o las piernas, aleja a la persona de los peligros -objetos afilados, tráfico, escaleras-. No dejes sola a la persona que ha tenido una convulsión. Quédate hasta que la persona sea consciente de dónde está y responda normalmente cuando se le hable. Lleve un registro de la duración de la convulsión. Los CDC recomiendan llamar al 911 si la convulsión dura más de cinco minutos o si la persona se lesiona durante la misma.
¿Qué causa los ataques epilépticos?
Aunque una de cada 26 personas desarrollará epilepsia, más de la mitad de las veces se desconoce su causa, según la Fundación para la Epilepsia.
Las causas conocidas incluyen:
Clasificación de las convulsiones
Hay tres grupos principales de convulsiones -de inicio generalizado, de inicio focal y de inicio desconocido- y un largo desglose de síntomas específicos bajo cada categoría. Las diferencias entre los tipos radican en cómo y dónde comienzan en el cerebro.
Las convulsiones generalizadas afectan a ambos lados del cerebro, las de inicio focal comienzan en una zona de un lado del cerebro, y la etiqueta desconocida categoriza las convulsiones cuando no se puede determinar el inicio.
Diagnosticar la epilepsia
Los expertos recomiendan a cualquier persona que experimente síntomas de convulsiones que busque consejo médico porque la epilepsia sólo puede ser diagnosticada por un profesional de la medicina. Muchas personas que sufren convulsiones se someten a pruebas como un electroencefalograma -un EEG- que puede mostrar qué partes del cerebro no se comportan con normalidad. Según la Liga Internacional contra la Epilepsia, los pacientes son diagnosticados de epilepsia si tienen dos convulsiones no provocadas con más de 24 horas de diferencia o una convulsión no provocada y un alto riesgo de tener otra.