La cristaluria es un hallazgo frecuente en el examen rutinario de los sedimentos urinarios. En la mayoría de los casos, la precipitación de cristales de oxalato de calcio, triple fosfato de ácido úrico, fosfato de calcio y fosfatos o uratos amorfos está causada por la sobresaturación transitoria de la orina, por la ingestión de alimentos o por los cambios de temperatura y/o pH de la orina que se producen al ponerse de pie después de la micción. Sin embargo, en una minoría de casos, la cristaluria se asocia a condiciones patológicas como la urolitiasis, la nefropatía aguda por ácido úrico, la intoxicación por etilenglicol o el síndrome hipereosinofílico. Además, la cristaluria puede deberse a fármacos como la sulfadiazina, el aciclovir, el triamtereno, el piridoxilato, la primidona, que bajo la influencia de diversos factores pueden cristalizar dentro de las luces tubulares y causar daños renales. En todos estos casos el estudio de la cristaluria es útil desde el punto de vista diagnóstico y también es importante para seguir el curso de la enfermedad. Sin embargo, es necesario un enfoque metodológico adecuado. Esto incluye el manejo de orina recién vaciada, el conocimiento del pH urinario y el uso de un microscopio de fase de contraste equipado con filtros polarizadores.