Las mujeres que toman incluso una pequeña dosis de analgésicos como el ibuprofeno al principio de su embarazo duplican con creces el riesgo de sufrir un aborto espontáneo, según una investigación.
Los hallazgos han llevado a los expertos médicos a aconsejar a las futuras madres que eviten tomar el medicamento y, en su lugar, utilicen paracetamol para aliviar el dolor. Tomar cualquier analgésico de la clase de medicamentos conocidos como antiinflamatorios no esteroideos (AINE) -como el ibuprofeno, el naproxeno y el diclofenaco- en las primeras 20 semanas después de la concepción aumenta el riesgo de aborto espontáneo en 2,4 veces, según el estudio. El trabajo, publicado en la revista Canadian Medical Association Journal, descubrió que las mujeres embarazadas que tomaban cualquier tipo de AINE, y cualquier dosis de uno, corrían esa escala de riesgo extra de aborto espontáneo.
Los investigadores examinaron 4.705 casos de aborto espontáneo, de los cuales 352 (7,5%) habían tomado un AINE sin aspirina.
Las mujeres del estudio, con edades comprendidas entre los 15 y los 45 años, fueron comparadas con 47.050 mujeres de edad similar que no habían perdido un bebé durante el embarazo, de las cuales 1.213 (2,6%) habían utilizado un AINE.
Identificaron que el fármaco con mayor riesgo de aborto espontáneo era el Diclofenac cuando se utilizaba solo, y el más bajo era el rofecoxib, que se dejó de utilizar en 2004 por motivos de seguridad. «El uso de AINE sin aspirina durante las primeras etapas del embarazo se asocia con un riesgo estadísticamente significativo (2,4 veces más) de sufrir un aborto espontáneo», dijo el doctor Anick Berard, de la Universidad de Montreal, uno de los coautores canadienses y franceses del estudio.
«Vimos de forma consistente que el riesgo de tener un aborto espontáneo estaba asociado con el uso gestacional de Diclofenac, naproxeno, celecoxib, ibuprofeno y rofecoxib solos o en combinación, lo que sugiere un efecto de clase»
Los autores concluyeron: «Las mujeres que estuvieron expuestas a cualquier tipo y dosis de AINE sin aspirina durante las primeras etapas del embarazo tuvieron más probabilidades de sufrir un aborto espontáneo.
«Dado que se ha demostrado que el uso de AINE sin aspirina durante las primeras etapas del embarazo aumenta el riesgo de malformaciones congénitas importantes y que nuestros resultados sugieren un efecto de clase sobre el riesgo de aborto espontáneo detectado clínicamente, los AINE sin aspirina deben utilizarse con precaución durante el embarazo.» Estudios anteriores sobre el uso de los AINE en el embarazo han arrojado resultados contradictorios.
Pero el Real Colegio de Matronas (RCM) y la Real Sociedad Farmacéutica (RPS) aconsejaron que, para garantizar la seguridad de la madre y de su hijo no nacido, deberían evitarse por completo en el embarazo. «Debemos aconsejar a las mujeres, como suelen hacer las matronas, que eviten comprar medicamentos sin receta para aliviar el dolor. Si una mujer embarazada necesita tomar algún tipo de analgesia, lo más apropiado sería el paracetamol», dijo Janey Fyle, asesora de política profesional de la RCM. «El consejo más importante para las mujeres embarazadas es que informen de cualquier dolor a la matrona y que eviten comprar medicamentos sin receta, ya que pueden estar contraindicados en el embarazo»
Jane Bass, portavoz de salud femenina del RPS, dijo: «Este estudio refuerza el consejo actual de que las mujeres deben evitar el ibuprofeno y otros medicamentos no esteroideos en el embarazo. Para la mayoría de las mujeres, el paracetamol es el analgésico más seguro en cualquier etapa del embarazo. En determinadas circunstancias, puede ser apropiado que las mujeres tomen medicamentos como éstos en los primeros seis meses de embarazo, pero sólo bajo una estrecha supervisión médica»
Pero la doctora Virginia Beckett, del Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos, consultora del Bradford Royal Informary, dijo que aunque era seguro que las mujeres tomaran paracetemol en el embarazo «si una mujer toma un AINE el riesgo de aborto es todavía muy bajo».
Alrededor de una cuarta parte de las mujeres que se quedan embarazadas abortan al menos una vez, y al menos uno de cada ocho embarazos en Inglaterra y Gales en 2009 terminó de esa manera, según sugieren las cifras oficiales y los estudios.
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