Lo que pensamos que hacen los profesores está influenciado por lo que experimentamos como estudiantes.
Vemos a los profesores como personas con un conjunto de responsabilidades, entre las que se incluyen hacer preguntas, evaluar a los alumnos, dar clases, elogiar o criticar, asignar tareas, supervisar y calificar los exámenes y, al final del semestre o del año, calificar a cada alumno.
Pero enseñar implica mucho más que realizar un conjunto de acciones frente a los alumnos. Una parte importante del trabajo de un profesor en el aula es mental. Los profesores tendrán que aportar soluciones a los problemas que vayan surgiendo. Por lo general, nuestra comprensión de la enseñanza se basa en el recuerdo que tenemos de nuestros profesores en la escuela. Nuestros recuerdos nos llevan a concluir que sabemos lo que es la enseñanza y lo que hacen los profesores.
La enseñanza es una ciencia y un arte que requiere que los profesores examinen y modifiquen continuamente las lecciones basándose en las experiencias de sus alumnos. En su libro The Art and Science of Teaching: A Framework for Effective Instruction (El arte y la ciencia de la enseñanza: un marco para una instrucción eficaz), Robert J. Marzano sugiere que no hay una única manera de enseñar ni un único método correcto que conduzca a una instrucción eficaz para todos los niños. Si existiera el único método eficaz, podría enseñarse del mismo modo que se enseña a los niños a montar en bicicleta y todo el mundo podría aplicarlo. Marzano se inclina por la creencia de que la enseñanza es un arte: los profesores eficaces, en su opinión, encuentran la combinación adecuada de estrategias en función de los alumnos a los que enseñan.
Dicho esto, he aquí tres funciones que desempeñará como profesor a diario.
- El profesor como modelo de conducta para los alumnos. Sabemos que los profesores pueden ser modelos de conducta para sus alumnos.
En los niveles de preescolar y primaria, los alumnos admiran a los profesores como modelos adultos. En el nivel de la escuela secundaria, los profesores pueden ser influencias extremadamente poderosas en el desarrollo de actitudes y comportamientos positivos entre los estudiantes. Los alumnos aprenden tanto de lo que dicen los profesores como de lo que hacen. También en el nivel de la escuela secundaria, las relaciones entre alumnos y profesores son de vital importancia. Los alumnos suelen acudir a los profesores cuando tienen problemas académicos, sociales y/o emocionales. Los profesores tienen la responsabilidad de fomentar en sus alumnos una actitud positiva hacia el aprendizaje, no sólo para hoy, sino también para el mañana como parte de una experiencia de por vida.
- El profesor como solucionador espontáneo de problemas. Los profesores deben ser capaces de responder rápida y adecuadamente a las situaciones completamente imprevisibles que puedan darse en el aula.
Por ejemplo, un familiar autoproclamado saca a uno de tus alumnos de la clase. ¿Cómo responde usted? Puede que un alumno decida dejar de escuchar alguna de tus clases, o que otro se desmaye por problemas de salud. Aunque a los profesores les resulte fácil planificar y reflexionar sobre experiencias anteriores fuera del aula, esos lujos no suelen estar disponibles cuando se trabaja cara a cara con los alumnos. Los profesores tienen que ser capaces de pensar sobre la marcha y responder a situaciones complejas y siempre cambiantes.
Muchos profesores disfrutan de esta imprevisibilidad como parte de la emoción y el desafío de la enseñanza. Sin embargo, otros que requieren una estructura profunda en su vida diaria se ponen nerviosos en situaciones inesperadas. La enseñanza puede ser emocionalmente molesta para esas personas.
- El profesor como pensador reflexivo. La enseñanza tiene un elemento que no puede definirse ni describirse: sólo puede experimentarse. Usted desarrollará gradualmente su capacidad de escuchar a los estudiantes y de comunicarles un genuino sentido de preocupación por su educación. La forma en que demuestre esta preocupación dependerá de su personalidad y de sus puntos fuertes, así como de su formación. Los procesos de pensamiento de los profesores están influidos por una gran variedad de factores, como el plan de estudios, la comunidad, el director del centro y las teorías y creencias personales sobre la enseñanza. Y lo que es más importante, la enseñanza es un arte recíproco. Lo que hacen los profesores está influido no sólo por sus propios pensamientos, sino también por las respuestas y comportamientos de sus alumnos antes, durante y después de cada lección. Esta experiencia dinámica y compleja contribuye a la singularidad de la experiencia docente.